La creación de Arda, se narra en el Silmarillion, en el primer relato llamado Ainulindalë (música de los Ainur)

Ilúvatar (en Quenya: Padre de Todo), también conocido como Eru, crea a los Ainur (los sagrados), y a través de su música, Ilúvatar crea todo el mundo físico. Cada uno aporta nuevas notas en armonía, sin embargo en algún momento, Melkor, el más dotado de los Ainur, comienza a tratar de oponerse a la melodia de sus hermanos.

Eru Ilúvatar usa lo que Melkor hace para crear los opuestos, como la nieve, la noche y el frío. Al final de la melodía comparte con los Ainur una visión tan gloriosa, que ellos quisieron hacerla realidad. Algunos de ellos descendieron a Ea (el mundo que es) para terminar de darle forma y finalmente crear Arda.

A partir de ese momento se dividen en dos clasificaciones: Valar y Maiar. Los Valar prepararon Arda para ser la morada de los hijos de Eru, ya que solo El creó a los Elfos y después a los hombres. Los enanos fueron creados por un Valar, pero Eru les dió vida y los adoptó finalmente.

Durante y después de la creación de Arda, Melkor peleó contra sus hermanos, destruyendo o corrompiendo su creación. Mediante la tortura y mutilacion de los Elfos, da origen a los Orcos. Odiaba especialmente a los hombres, a quienes Ilúvatar había dado un regalo que nadie más tenía: la mortalidad.

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