El Monopoly es uno de los juegos de mesa más famosos y del que existen diversas versiones. Pero muy pocos conocen su origen.

Tradicionalmente se adjudica la autoría de este juego a Charles Darrow, un ingeniero estadounidense que perdió su empleo tras la Gran Depresión de 1929.

La idea debe atribuirse a Elizabeth Magie Phillips que en 1902 creó un juego llamado The Landlord's Game (el juego del terrateniente).

Magie, que lanzó su juego en 1904, quería concienciar a la gente sobre la teoría del geoísmo, según la cual la riqueza obtenida de la naturaleza se debe distribuir de un modo equitativo entre todos.

Su juego tenía un tablero con casillas correspondientes a propiedades, un sistema de alquileres, impuestos y prisión, disponía en origen de dos conjuntos de reglas y los jugadores, siempre que se pusieran de acuerdo, podían cambiar de uno a otro en cualquier momento.

Magie logró patentar su invento en 1905. Muchos años después, en 1936, la empresa impresora de juegos Parker Brothers ofreció comprarle la patente por 500 dólares, a lo que ella accedió.

En 1935 Charles Darrow patentó una versión muy modificada del juego que incluía la palabra Monopoly y de la que vendió millones de copias. Parker Brothers también le compró la patente, pero a diferencia del contrato de Magie, el de Darrow incluía pagos por derechos de autor, con lo que, a diferencia de Magie, Darrow se hizo millonario.

La partida más larga duró 1.680 horas, el equivalente a 70 días.

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