El Monte Pelée, es uno de los volcanes más destructivos de la Tierra y su cono está formado de capas de cenizas volcánicas y lava solidificada.

Está ubicado en el extremo norte del departamento francés de ultramar de la isla de Martinica, parte del arco volcánico de las Antillas Menores con actividad pliniana.

Es el resultado de un típico arco de islas volcánicas, una cadena curva de volcanes emergidos y sumergidos que mide más de 850 km. Este arco se extiende desde Puerto Rico hasta la costa venezolana, y abarca toda la zona de contacto entre la Placa del Caribe y la Placa Sudamericana, marcando el límite entre el Mar Caribe y el Océano Atlántico.

La fricción, la presión y las altas temperaturas funden la corteza y transforman la placa en magma, que a su vez alimenta las calderas de los volcanes del arco. Este proceso es también responsable de la actividad sísmica de la región.

Se han identificado tres fases en su evolución:

Inicial: El cono estaba compuesto de numerosas capas de lava provenientes de los flujos y fragmentos de desechos volcánicos. Los restos del Paleo-Pelée aún son visibles en la ladera norte del volcán.

Intermedia: Se formó entonces el domo de lava de Morne Macouba, seguido más tarde por la creación de la caldera del mismo nombre.

Moderna: Creó la mayor parte del cono visible actualmente, con depósitos de piedra pómez que resultaron de los flujos piroclásticos.

La erupción catastrófica del volcán en el 1902 dejó un saldo de 30 000 muertos.

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