Juan Curcuas (antes de 900 - después de 946) fue un general bizantino de origen armenio. Por sus victorias frente a los ejércitos de los Estados mulsumanes, contribuyó a la expansión del Imperio bizantino hacia el oriente durante el reinado de Romano I Lecapeño.

Se desconoce gran parte de su vida, lo poco que se sabe es por sus acciones bélicas.

En 923, fue puesto al mando de los ejércitos bizantinos. Primero sitió a la ciudad de Melitene, ubicada a orillas del río Éufrates. Si bien logró entrar en ella, no pudo derrotar a las fuerzas que defendían la ciudadela. Finalmente, el emir aceptó la sumisión a Bizancio.

En 931, dirigió al ejército hacia el territorio de Armenia, dominado por los árabes. Logró derrotarlos al tomar las ciudade de Dvin y Samósata, pero tuvo que abandonarlas cuando los musulmanes contraatacaron.

Mientras se encontraba reuniendo un numeroso ejército para volver a la región, tuvo que interrumpir esta acción debido a la aparición de barcos rus. Una flota bizantina los derrotó, pero algunos lograron llegar a la costa y comenzaron a asolar a los poblados.

Entonces, Curcuas con el ejército que contaba, salió a su encuentro y los aniquiló completamente.

En 942, volvió a enfrentarlos y los derrotó, consiguiendo expulsarlos definitivamente, repoblando la región con colonos griegos y armenios.

Al ascender al trono los hijos de Romano I, quedó relevado de sus funciones. Pero al ascender al trono Constantino VII, recuperó todos sus privilegios.

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