Fue un 6 de mayo de 1937, cuando el dirigible de pasajeros alemán LZ 129 Hindenburg se incendió y fue destruido durante su intento de atracar con su mástil de amarre en la Estación Aérea Naval Lakehurst en el municipio de Manchester, Nueva Jersey, Estados Unidos. Hubo 35 víctimas mortales de las 96 personas a bordo y una muerte entre el personal de tierra. El desastre de Hindenburg destruyó la confianza del público en el gigantesco y rígido dirigible de pasajeros y marcó el abrupto final de la era del dirigible. La cobertura de los noticieros, las fotografías y los informes de testigos oculares por radio de Herbert Morrison eran de una gran crudeza.

Más información: www.airships.net