El 28 de enero de 1986, el transbordador espacial Challenger explotó 73 segundos después del despegue, lo que provocó un devastador final a la décima misión de la nave espacial.

El desastre cobró las vidas de los siete astronautas a bordo, incluída Christa McAuliffe, una profesora de New Hampshire que había sido seleccionada para unirse a la misión y enseñar lecciones desde el espacio a escolares de todo el país.

Más tarde se determinó que dos juntas tóricas de goma, que habían sido diseñadas para separar las secciones del cohete de refuerzo, habían fallado debido a las bajas temperaturas de la mañana del lanzamiento.

El transbordador espacial Challenger fue el segundo orbitador del programa del transbordador espacial en entrar en servicio.

Su primer vuelo se realizó el 4 de abril de 1983, y completó nueve misiones antes de desintegrarse en su última misión.

El Challenger fue reemplazado por el transbordador espacial Endeavour, que voló por primera vez en 1992, seis años después del accidente.

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