Las aves conocidas con el nombre Chajá pertenece a la familia Anhimidae y es originaria de Sudamérica, más precisamente de los siguientes países: Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay, Perú y Uruguay.

El nombre Chajá, con el que se conoce vulgarmente, proviene de la lengua guaraní y puede traducirse como “escapa” o “vamos”. Muy probablemente los guaraníes las bautizaron de esta manera porque es un sonido similar al que producen las mencionadas aves cuando se ven sorprendidas.

El chajá permanece alerta tanto de día como de noche y con su grito anuncia la presencia de intrusos. Su voz es muy potente; el macho emite dos notas -cha-ja- y la hembra invariablemente le responde: cha-ja-lí. Estos sonidos suelen ser seguidos por un chasquido de menor intensidad. El grito del chajá aunque monótono, resulta impresionante cuando forma bandadas ya que se transforma en coro y puede ser escuchado durante el día y la noche, estando las aves en vuelo o posadas.

Es un ave herbívora que suele alimentarse con pasto tierno, lo que hace que muchas veces se les persiga ante la posibilidad de que resulte una amenaza seria para la agricultura.

Construye su nido utilizando juncos y las hembras pueden llegar a poner en él hasta 6 huevos, pueden nadar pero es más común que caminen sobre la vegetación acuática.

Tienen buen temperamento y bastante tolerancia con aquellos que le molestan, aunque si deben defender su territorio, están bien preparados para hacerlo.

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