Algo que la mayoría de los turistas hacen al ir a Tokio es visitar la estatua de Hachiko, el que probablemente fue, sea y será el perro más famoso de Japón. Se trata de una pequeña estatua de bronce situada a pocos metros de uno de los cruces más transitados del mundo, en las cercanías de la estación de Shibuya, siendo también uno de los lugares de encuentro más populares de los tokiotas.

Hachikō (1923-1935) fue un perro japonés de raza Akita, recordado por esperar a su amo, el profesor Hidesaburō Ueno, en la estación de Shibuya incluso varios años después de la muerte de este. La historia real fue adaptada en 1987 en la película japonesa Hachiko Monogatari, y en 2009 se hizo el remake estadounidense Siempre a tu lado, Hachiko.

Hachikō fue encontrado por Ueno, profesor del Departamento de Agricultura en la Universidad de Tokio, a principios de 1924. Cuando el profesor lo recogió en su regazo y notó que las patas delanteras estaban levemente desviadas, decidió llamarlo Hachi (‘ocho’ en japonés), por la similitud con el kanji (letra japonesa) que sirve para representar al número ocho (八).

El perro lo acompañaba a la estación para despedirse allí todos los días cuando su dueño iba al trabajo y, al final del día, volvía a la estación para recibirlo. Esta rutina, que pasó a formar parte de la vida de ambos, no fue inadvertida ni por las personas que transitaban por el lugar ni por los dueños de los comercios de los alrededores.

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