La capital de la India es una ciudad con mucha historia. Delhi tiene de todo para el turista, desde mezquitas y fuertes, hasta mercados, monumentos y muchos museos.

Una de las tantas atracciones de Delhi son los Jardines Lodi. En medio del ruido, del smog y de las multitudes de la ciudad, este es un muy buen sitio para rodearse de verde y relajarse. Los jardines ocupan un terreno de 360 mil m². Es un sitio con mucho césped y varias tumbas que con siglos de antigüedad, por lo que no deja de ser un lugar con interés histórico y arquitectónico.

El origen de estos jardines cabe encontrarlo en la construcción de la tumba de Mohammed Shah, último de los líderes de la dinastía Sayyid, construida en 1494 y envuelta por diferentes 'chhatris', los típicos pabellones indios. A medida que el tiempo transcurrió, cada nuevo dirigente fue adaptando el espacio a sus necesidades. Por ejemplo, los mogoles decidieron utilizar el área como un observatorio, además de una biblioteca en la que mantenían los registros del mismo. Por su parte, la mujer del gobernador de India, Lady Willingdon, rediseñó los mismos en 1936 englobando todos sus monumentos.

Con la independencia del país en 1947 el parque fue rebautizado como Jardines Lodi. Algunos años más tarde fueron rediseñados y apareció un jardín de invierno construido en vidrio, pero la puerta de entrada continuó siendo un pórtico de la época británica.

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