En el centro de Tailandia a 80 kms al norte Bangkok, se hallan las que son consideradas unas de las ruinas más importantes de todo el Sudesde Asiático: los restos de la ciudad de Ayutthaya, dentro del parque nacional del mismo nombre.

Fue la espléndida capital del antiguo reino de Siam entre los años 1350 y 1767, antes de que fuera saqueada y destruida por los birmanos.

Estas ruinas esconden un pequeño y legendario tesoro: el ‘Buda en las raíces’, una cabeza de piedra entrelazada con las raíces de una enorme higuera.

Hasta hoy, nadie sabe cómo llegó aquí, hay quiénes aseguran que fue escondida para evitar de esta forma que los birmanos la robaran.

Otros no creen que sea casualidad el hecho de que se trate de la misma especie de higuera que el árbol Bodhi, el gran árbol sagrado de la vida para los budistas bajo el cual Buda estuvo sentado hasta alcanzar la iluminación

La leyenda cuenta que cuando la estatua de Buda fue decapitada por los birmanos, la cabeza rodó hasta los pies de la higuera, que la protegió con sus raíces.

Durante los años en los que el templo permaneció abandonado, el árbol creció alrededor de la cabeza de forma natural, respetando su rostro e incluso levantándola del suelo.

Hoy este árbol se considera un lugar sagrado para los budistas, que acuden a diario para mostrarle sus respetos y llenarlo de ofrendas.

El parque histórico Ayutthaya está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1991.

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