Böning alumbró la BMW R7 en 1934 como un ejemplo de la gran capacidad de diseño que tenia la firma alemana, y aunque supuso una ruptura con lo habitual en las motocicletas de la época, nunca llegaría a la producción en serie por considerar que esta sería demasiado costosa.

Sus características y algunos rasgos de diseño como sus elementos decorativos exteriores fueron recogidos en otros dos modelos gestados casi al mismo tiempo.

Archivada durante más de 70 años, la inspiración detrás de los exquisitos modelos Nunca vio la luz del día hasta su redescubrimiento en 2005.

Construida en la cúspide del movimiento Art Decó, el único concepto radical del R7 nunca entró en producción y se almacenó rápidamente justo antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Se encuentra hoy totalmente restaurada a su belleza original y expuesta en el museo del fabricante de automóviles en Munich, en estrecha colaboración con el diseñador e ingeniero de motos personalizadas Christian Travert, presenta una cómoda suspensión, encendido sin llave, pinzas Brembo, un ordenador de a bordo, ruedas de radios y mecanismos de dirección únicos encajados en un diseño canónico - aprovechando 110 caballos de fuerza a 7750 rpm, y una velocidad máxima de 140 mph.

1170 cc de capacidad de motor, más 96 elementos artesanales, decorados con las mismas líneas claras y fluidas que recorren toda la moto desde su parte frontal hasta la zaga, incluso en los guardabarros y en la horquilla delantera telescópica.

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