Una lámpara de lava es un artículo decorativo inventado en 1963 por el británico Edward Craven Walker, fundador de la compañía de iluminación británica Mathmos. La lámpara consiste en un vaso de vidrio relleno de líquido transparente o traslúcido que alberga una bola de cera de algún color. El vaso se coloca en un soporte que contiene una bombilla incandescente cuyo calor provoca una reducción temporal de la densidad y viscosidad de la cera. La cera calentada se eleva a través del líquido circundante, se enfría, pierde su flotabilidad y cae de nuevo al fondo del vaso en un ciclo que recuerda a la lava, y de ahí el nombre.

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