La cinta adhesiva fue inventada en 1930 por Richard Drew de la empresa 3M (Minnesota Mining and Manufacturing). La cinta original era cinta con papel en el dorso, a partir de esta se crearon las cintas transparentes y otras. El invento de Drew fue comercializada como Scotch Tape.

El uso del término "Scotch" en el nombre tiene un origen despectivo, la palabra "Scotch" (escocés) se usaba en los EE. UU. en aquella época como sinónimo de "tacaño". Para reducir los costos 3M aplicaba adhesivo únicamente en los bordes de la cinta. Un proveedor automotriz de San Pablo dijo al inventor que informara a sus jefes "escoceses" (tacaños) que era necesario poner más pegamento para crear un adhesivo más fuerte, la historia pasó de boca a boca, y el nombre "Scotch" se pegó al producto y luego a otros productos de 3M.

La cinta de celofán es un adhesivo sensible a la presión, al contrario de otros adhesivos que forman enlaces químicos con los materiales. La presión aplicada sobre una cinta tipo Scotch fuerza a la cola a penetrar en las irregularidades del otro material y así se mantiene pegada.

En España se le conoce comúnmente como celo o cello, debido a que la primera marca comercial en aparecer en el país fue Cello-Tape. En México se popularizaron los términos diurex y Scotch. En Argentina, Chile y Ecuador es más usado el término “cinta Scotch” aunque se lo pronuncia como "escoch". En Venezuela se le llama Celoven, también es comúnmente usado el nombre de Teipe.

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