El Crac de los Caballeros es una fortaleza situada en Siria que fue construida por los cruzados en 1170 para proteger la ruta que iba de la ciudad de Homs a Trípoli.

Tan formidable es que durante un siglo y medio resistió nada menos que doce asedios, pero fue finalmente tomada gracias a una triquiñuela, una carta falsa enviada con una paloma mensajera.

Durante todo ese tiempo constituyó la base principal de los Caballeros Hospitalarios, una de las órdenes que llegaron a Tierra Santa con las Cruzadas, y que hicieron del Crac la mayor fortaleza de Tierra Santa.

El tamaño de su doble recinto amurallado es casi el doble de grande que la mayoría de las fortalezas europeas de la época. Contaba con un enorme foso e imponentes torres de defensa.

A todo eso se sumaba que el único acceso posible discurría a través de un largo y retorcido pasadizo. El techo de este pasadizo estaba horadado con agujeros por el cual los defensores arrojaban lanzas, piedras, aceite hirviendo y arena caliente. Los Hospitalarios lo construyeron para resistir largos y brutales asedios.

A ello ayudaba el gran almacén de 120 metros de largo, donde se podía almacenar agua y alimentos en cantidad suficiente para que una guarnición de 2 000 hombres resisitiera un asedio de hasta cinco años.

Pero en 1270 la Octava Cruzada había fracasado y la presencia de los caballeros cristianos en Oriente Medio se tambaleaba. Fue el momento aprovechado por el Sultán Baibars de Egipto para atacar el Crac.

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