El cerro Rico es una montaña de unos 4800 metros de altitud localizada en la antigua Villa Imperial de Potosí. Ha sido lugar histórico para la extracción de preciados metales como la plata o el oro.

Potosí ocupó tal importancia en la época que su moneda, acuñada como el Potosí, era de un valor igual al franco francés o la libra esterlina. San Luis Potosí es una de las ciudades pobladas que están situadas a mayor altitud del mundo, 4090 metros sobre el nivel del mar.

Los primeros registros de enfrentamientos por este territorio boliviano datan del siglo XV cuando incas y guaraníes rivalizaban fuertemente. Antes de la colonización inca, los pobladores charcas, chullpas, quechuas y aymaras conocían e incluso trabajaban la plata, sin embargo, fueron los incas los primeros en comercializar la gran riqueza que escondía el cerro Rico.

Los derrumbes en las primeras minas del cerro fueron interpretados como una advertencia de los dioses dejando el interior del cerro y su rico metal tranquilos. Así quedó hasta que llegaron los españoles en 1545. Cuenta la historia que un pastor indígena que perdió sus llamas en la cima del cerro descubrió las vetas del cerro Rico.

Los españoles, ávidos de oro y plata en nombre de la Corona, comenzaron a explotar las minas y a extraer toda la plata posible a costa de la salud y sufrimiento de los pobladores de la época. El resto es el típico esquema de explotación minera, crecimiento desmedido de la ciudad, revueltas, destrucción y pobreza.

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