Aunque la leyenda popular afirma que los vomitorium eran salas en las que los participantes en las infames bacanales romanas podían ir a vaciar sus estómagos para poder volver a la fiesta y continuar sus excesos glotones, eso no es lo que realmente era un vomitorium.

Era el nombre de los pasillos construidos bajo los asientos del estadio en el Coliseo, para permitir que los patricios entraran y salieran fácil y rápidamente para un acontecimiento. Roma, conocida por su eficiencia y sus maravillas de ingeniería, diseñó el vomitorium, una serie de 76 puertas de enlace, mediante las cuales se podía llenar o hacer salir los 50.000 espectadores en menos de 15 minutos.

La asociación incorrecta de esta palabra con la idea de purgas intestinales en los festines romanos para continuar con sus groseros consumos, viene del escritor inglés Aldous Huxley en su novela cómica de 1923 "Antic Hay". Él creó una explicación elaborada de estas habitaciones para los patricios romanos, que supuestamente las utilizaban, y los llamó "vomitoriums". El único problema era que no había evidencia de que los romanos hubieran realizado realmente este tipo de comportamiento en forma regular o generalizada y por otra parte, los vomitoriums en realidad no tenían nada que ver con el uso moderno de la palabra "vómito".

Hoy en día, muchos estadios y otros lugares de entretenimiento podrían estudiar los diseños de los romanos y aprender formas más eficaces y eficientes de mover grandes multitudes.

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