En general ¿por qué utilizamos agua para apagar un incendio?
El fuego es un conjunto de partículas o moléculas incandescentes de materia combustible, capaces de emitir luz visible, producto de una reacción química de oxidación violenta. Las llamas son las partes del fuego que emiten luz visible.
Para que se produzca la combustión, tienen que existir los siguientes componentes:
Combustible, es cualquier sustancia capaz de arder. Existen diversos tipos de combustibles, éstos pueden estar en los estados sólido, líquido y gaseoso.
Calor, es la fuente que se necesita para que el combustible se inicie.
Oxígeno, es el comburente que oxida al combustible.
Reacción en cadena, para que haya fuego, ha de generarse suficiente calor (energía de activación) como para vaporizar parte del combustible e inflamar el vapor que se mezcla con el oxígeno. Para que la combustión se mantenga, el fuego generado debe a su vez generar suficiente calor para vaporizar mas combustible, que vuelva a mezclarse con el oxígeno y se inflame, generando mas calor, y repitiendo el proceso.
Como el agua no puede arder, es un extintor natural: al entrar en contacto con el material, el agua se convierte en vapor de agua, en cuyo estado gaseoso absorbe gran cantidad de calor (expande su volumen aproximadamente 1671 veces) y enfría el fuego, hasta evitar que se siga produciendo la reacción del combustible ante el fuego.
Además, cuando el agua humedece el combustible logra aislarlo del resto y evitar que siga quemando.
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