Creo que la mejor forma de conocer una ciudad, es caminar por ella. Si uno camina por la Plaza de las Naciones Unidas sobre la Avenida Figueroa Alcorta, en el barrio de Recoleta, encontrará una gigantesca escultura en forma de flor, la cual se llama Floralis Genérica y que fue un regalo del arquitecto Eduardo Catalano para la ciudad de Buenos Aires, Argentina.

Fue inaugurada en el año 2002, pesa dieciocho toneladas y mide 23 metros de alto. Con su apodo de Floralis Genérica pretende convertirse en síntesis y símbolo de todas las flores existentes, como si todas ellas estuviesen reunidas y representadas de alguna forma en aquella obra de arte que se posa en suelo porteño.

Tiene un interesante mecanismo que le permite abrirse y cerrarse de acuerdo al horario del día, el cual estuvo averiado por algún tiempo, debido a que una tempestad forzó sus pétalos y lo rompió, pero el miércoles 10 de junio de 2015, la Floralis Genérica recuperó su movimiento de apertura y cierre según el sol.

El lugar realmente invita a niños, jóvenes y personas mayores a disfrutar del jardín, descansar, jugar y ¿porque no? tomarse una que otra "selfie" con esta distintiva y bella obra de arte que representa a la naturaleza.

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