Las primeras y más primitivas formas de bolos se remontan al Antiguo Egipto. A partir de los registros y artefactos del Antiguo Egipto, de hace 3000-5000 años atrás, fueron encontrados restos de bolos usados en aquel entonces. Las bolas eran hechas con cáscaras de maiz, cubiertas en materiales como el cuero, y atadas con cuerdas. También existieron otras bolas, de porcelana, lo que indica que estas eran rodadas por el suelo, en lugar de lanzadas, debido a su tamaño y peso. Algunas de estas se asemejan a las utilizadas el día de hoy en el juego del tejo.