La Batalla del Marne se desarrolló durante la primera guerra mundial, entre el 5 y el 12 de septiembre de 1914, y representó el máximo avance del ejército alemán llegando a las cercanías de París. También representó el final del Plan Schilieffen y de la guerra con grandes movimientos. Comenzó así la etapa estática: la guerra de trincheras en el frente occidental, que se extendería por cuatro años hasta el final de la contienda.

El avance del ejército alemán fue detenido por su alto mando cuando había llegado a 30 kilómetros de París y, para no desorganizar sus líneas, ordenó a los más avanzados retroceder. En ese momento Francia tomó la iniciativa y contraatacó. En un frente de 550 kilómetros de extensión, los ejércitos sexto y noveno golpearon la línea alemana.

La celeridad del vigoroso contraataque tuvo su componente mítico. Ante la necesidad de movilizar efectivos de la reserva rápidamente al frente, y ante la falta de otros medios, el mando francés decidió reunir todos los taxis de París para transportar a los 6.000 reservistas de la Séptima División de Infantería.

La columna de taxis, la mayoría de ellos Renault 8CV, transportaban 4 o 5 soldados al frente y volvían con heridos, mujeres y niños en el regreso. Así se transformaron en un símbolo de la salvación de París.

El mito se extendió al Renault 8CV y a su fabricante, Louis Renault, quien fue considerado un héroe al final de la guerra. Algunos de aquellos viejos taxis rojos se exhiben en museos franceses.

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