Entre el 15 y el 16 de marzo de 1939, durante 24 horas, Rutenia tuvo tres estados diferentes. Durante el día formaba parte de Checoslovaquia, por la tarde se declaró independiente y al día siguiente integraba Hungría.

A principios del siglo XX, formaba parte del imperio austro-húngaro. Su población estaba integrada por una mayoría étnica ucraniana y por minorías de importancia: húngara, eslovaca, rumana, alemana y judía. Al final de la primera guerra mundial mediante el Tratado de Saint Germain (1919), Rutenia pasó a depender de Checoslovaquia.

En 1938, durante la conferencia de Munich, se decidía el futuro de la República de Checoslovaquia, en particular de los Sudetes que eran reclamados por Alemania. Como consecuencia de estas negociaciones, Rutenia pasó a depender de Hungría.

El gobierno checoslovaco, al ver peligrar su influencia en la región resolvió conceder autonomía a Eslovaquia y a Rutenia nombrando un Consejo Regional Ejecutivo y poniendo al frente del mismo a un sacerdote católico, Augustin Voloshin.

La caótica situación imperante estalló cuando el 15 de marzo de 1939 Alemania invadió Checoslovaquia desmembrándola.

Ante estos hechos, Rutenia decidió proclamar su independencia en ese momento, Voloshyn fue designado presidente, se estableció una constitución y se adoptaron el idioma y la bandera de Ucrania. Durante la noche, el ejército húngaro invadió el nuevo país y el día 16 Rutenia fue incorporada a Hungría disolviendo sus instituciones.

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