El canal de Corinto es una vía de agua artificial que une el golfo de Corinto con el mar Egeo por el istmo de Corinto, abriendo esta vía al transporte marítimo y separando el Peloponeso del resto de Grecia. Mide 6,3 km de largo y se construyó entre 1881 y 1893. Fue construido por el ingeniero húngaro István Türr (1825-1908) bajo los proyectos de Ferdinand de Lesseps, que recogían el antiguo trazado de Nerón, Türr dirigió las obras del canal de Corinto desde 1881. El canal fue inaugurado el 9 de noviembre de 1893.

El canal evita el rodeo de 400 km alrededor de la península del Peloponeso a los barcos pequeños, ya que solo tiene 21 m de ancho y 8 de profundidad. A pesar de estas limitaciones, cerca de 11000 barcos cruzan el canal cada año, en su mayoría pertenecientes a rutas turísticas.

En los últimos años de la República romana, Julio César vio ventajas en la construcción del canal para su recién formada Colonia laus Iulia Corinthiensis. En el año 67 d.C., el emperador romano Nerón ordenó que el canal se excavara nuevamente, encomendando el trabajo a 6000 esclavos. Nerón murió un año después del comienzo de las obras.

El filósofo griego y senador romano Herodes Ático también consideró excavar un canal, pero no logró poner en marcha un proyecto al respecto.​ Los venecianos también consideraron en 1687, tras su conquista del Peloponeso pero tampoco iniciaron un proyecto.

La idea de un canal por Corinto revivió tras la independencia de Grecia del imperio Otomano en 1830.

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