Arthur’s Seat, el Asiento de Arturo, es un volcán inactivo junto al centro de Edimburgo, ocupado desde tiempos prehistóricos y protegido por su valor geológico y botánico.

En junio de 1836, un grupo de jóvenes deambulaba por una de las laderas de la colina buscando madrigueras de conejos. En un escondrijo hallaron 17 ataúdes en miniatura que contenían sendas figurillas de madera, ataviadas con ropa hecha a medida.

Nueve de los ataúdes parece ser que se rompieron o se extraviaron, mientras que los ocho restantes se exhiben en la colección permanente del Museo Nacional de Escocia, en Edimburgo.

Las piezas han sido fechadas entre 1780 y 1830; no se sabe si fueron enterradas a la vez porque muestran diferente grado de deterioro. Por su experimentada fabricación y materiales empleados han sido atribuidas a un zapatero.

Podrían estar relacionadas con la brujería y la demonología: reúnen los rasgos de aquellas personas a las que se quería destruir. También han sido relacionadas con el robo de cuerpos en los cementerios para venderlos a las escuelas de medicina, ante la escasez de cadáveres legalmente disponibles.

En 1828, William Burke y William Hare, dos inmigrantes irlandeses, cometieron al menos 16 asesinatos en Edimburgo con el fin de lucrarse con la venta de cadáveres. Las figurillas halladas en Arthur's Seat puede que fueran enterradas de forma simbólica, en recuerdo de aquellas víctimas que no recibieron una sepultura digna.

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