Se encuentra ubicado en el departamento de Las Heras, provincia de Mendoza.

Debe su nombre a una formación rocosa que forma un puente natural sobre el río Las Cuevas. Esta curiosa geoforma, unida a un abandonado hotel de baños termales, lo han convertido en un punto turístico destacado. Es considerado un área natural protegida provincial.

Esta curiosidad geomorfológica tiene unos 48 metros de longitud, 28 de ancho y 8 de espesor, y se encuentra suspendido a 27 metros sobre el río. Penden de este puente natural una serie de estalactitas, inflorescencias cálcicas y en invierno agujas de hielo.

La formación se produjo por la erosión hídrica del río Las Cuevas; presentando una curiosa forma y un colorido en los tonos del naranja, amarillo y ocre. En la época Colonial fue paso obligado de viajeros y correos a Chile y del Ejército de los Andes en la campaña de 1817.

Hay leyendas quechuas sobre la salvación del heredero al trono Inca, quien llegó desde Cuzco y se curó con estas aguas termales.

En 1925 se construyó el lujoso Hotel Puente del Inca.

A la altura del puente, en la margen derecha del río, se alojan cinco fuentes termales con diferentes componentes salinos y temperaturas que van desde los 33 hasta los 38 °C.

En 1965 los frecuentes aludes, que un tiempo antes habían dejado inhabilitado el servicio del tren trasandino, destruyeron totalmente el hotel, salvándose sólo la pequeña capilla colonial. Hasta la actualidad el hotel permanece abandonado.

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