Niccolò Paganini (1782-1840) fue un violinista, guitarrista y compositor italiano. Fue el más célebre virtuoso del violín de su época y dejó su huella como uno de los pilares de la técnica moderna del violín. Sus obras han servido de inspiración a numerosos compositores.

Su estilo brillante y, en ocasiones, efectista, desarrolló de manera considerable las posibilidades técnicas del violín, explorando diversos recursos como las triples cuerdas, glissandi, pizzicati y arpegios, aprovechados en sus propias composiciones.

Entre las obras de su autoría destacan los Veinticuatro caprichos para violín solo Op. 1 (1818), seis conciertos para violín y orquesta, nueve Cuartetos para guitarra y arcos (1806-1816) y piezas como La danza de las brujas (1813) y Tarantella (1830).

Además del violín compuso música para mandolina, guitarra, viola y fagot. Destacan sus duetos para violín y guitarra y sus composiciones para cuarteto de cuerdas.

El virtuosismo de Paganini despertó, en sus tiempos, la idea de que el violinista había hecho un pacto con el diablo para el desarrollo de su técnica.

Tenía una apariencia muy inusual. Uno de sus biógrafos Renne de Sausine, describe "había en su apariencia algo sobrenatural semejando un casco hendido o un ala de un ángel. Se le describe muy alto, muy delgado y demacrado. Se veía tan emaciado que algunas personas temían acercársele por temor a contraer la tuberculosis".

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