Christoph Willibald Gluck (1714-1787) fue un compositor alemán, considerado uno de los compositores de ópera más importantes del Clasicismo de la segunda mitad del siglo XVIII. A pesar de que alcanzó gran fama en su tiempo, sus obras son raras en los teatros de ópera de hoy en día; principalmente es recordado como un reformador y revolucionario.

Combinando los ideales clásicos de belleza y simplicidad con un sentido innato de ímpetu dramático, rompió muchas de las sobreexcitadas convenciones formales del Barroco y estableció el estándar para toda una generación de compositores operísticos. En muchos sentidos, la ópera del siglo XIX tuvo su concepción en las obras de Gluck.

Mantuvo una rivalidad con el compositor italiano Niccolò Piccinni conocido como «La Querella de gluckistas y piccinnistas», entre 1775 y 1779, que enfrentó a los defensores de la ópera francesa (gluckistas) y los partidarios de la música italiana (piccinnistas).

Entre sus obras destacan: "El libreto de Alceste" (1767); "Orfeo" (1762); "Ifigenia" (1774), "Semíramis reconocida", "Ezio", "La fiesta de Apolo", "El triunfo de Clelia" "Eco y narciso", "La isla de Merlín", "la falsa esclava", "El encuentro imprevisto", "París y Helena", "Las Danaides" y "El juicio final".

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