La maravillosa ciudad de Copenhague está repleta de pequeños rincones llenos de encanto y cosas para ver. La estatua de La Sirenita es tal vez la más famosa de todas ellas.

Su historia

Creada en 1913, la figura fue encargada por Carl Jacobsen al escultor Edvard Eriksen como un homenaje a Ellen Price, primera figura del Ballet Real de Dinamarca. Price había llegado a la cima de su carrera interpretando el rol principal en el ballet La Sirenita, inspirado en el cuento de Hans Christian Andersen. Este pequeño resumen de su historia muestra el gran valor simbólico que condensa la pequeña escultura, de 1,65 m de altura y 175 kg de peso, realizada íntegramente en bronce.

Una vida difícil

Llamativamente, a lo largo del tiempo la estatua ha sido víctima de numerosos actos de vandalismo. Su gran relevancia simbólica la convirtió en espacio para la expresión de reclamos sociales y políticos, y desde 1964 hasta el día de hoy ha sido encadenada, decapitada, arrojada al agua y pintada en diversas ocasiones.

Con contratiempos y polémicas, hoy La Sirenita es uno de los monumentos más importantes de la ciudad. Recibe cerca de un millón de visitas al año y es un lugar de paso obligado en Copenhague.

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