El Bürgenstock, como el Pilatus, es una de tantas montañas que jalonan las alturas del lago Cuatro Cantones en Suiza, pero tiene una característica que la hace especial y esa es Hammetschwand, un ascensor exterior que sube hasta los 1 132 metros sobre el nivel del mar, lo que le convierte en el ascensor exterior a más altura de Europa.

Construido por el empresario hotelero y ferroviario Franz Josef Bucher, fue el primero de este tipo en Suiza cuando se inauguró en 1905. El ascensor lleva a los pasajeros por 153 metros hasta la cima de la Hammetschwand en menos de un minuto. El ascensor actual fue construido e inaugurado por el Grupo Schindler.

El ascensor original funcionaba a una velocidad de un metro por segundo y tardaba casi tres minutos en llegar a la cima de la Hammetschwand, transportando hasta 8 personas en su cabina de madera/zinc. En 1935 se aumentó la velocidad del ascensor a 2,7 metros por segundo y la cabina fue sustituida por una construcción metálica más ligera. En ese momento no sólo era el ascensor público exterior más alto de Europa, sino también el más rápido del mundo.

En la estación superior de Hammetschwand (1132 m s. n. m.), hay vistas panorámicas del lago y de los Alpes.

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