Rakia es un licor similar al brandy, obtenido por destilación de frutas fermentadas, tradicional en la región de los Balcanes y muy popularizado en países como Bulgaria, Eslovaquia, Chequia o Hungría.

Es considerada la bebida nacional de Serbia, Macedonia del Norte, Albania y Bulgaria.

Existen dos clases: el de uva y el de frutas. Las clases de uva utilizadas destacan por ser blancas y aromáticas. Las más empleadas son moscatel, sauvignon blanc, dimyat y variedades de misket.

En Bulgaria la ley diferencia la destilación a partir de mostos fermentados de uva, de jugo de uva y/o de hollejos. En el caso particular de los rakia de vino, el mosto fermentado se destila en alambiques de cobre.

De esta forma obtiene un mínimo de 65 % de alcohol. Sus principales cualidades son la riqueza en aromas florales, herbáceos, frutales.

En el de frutas la más popular utilizada es la ciruela, también la manzana, chabacanos, membrillos, cítricos, duraznos y hasta frutos rojos silvestres.

La ventaja que presentan es la gran cantidad de sacarosa que luego es transformada en alcohol.

La fruta escogida es triturada y luego fermentada. Luego pasa a un alambique donde se destila una o dos veces. De por sí la bebida es incolora, aunque la materia prima le aporta diferentes tonos. A diferencia de los brandis españoles, no se deja envejecer mucho. El rakia casero solo pasa hasta tres semanas en un frasco de cristal. El profesional no llega a esperar más de tres años en una barrica de madera.

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