Cuando hablamos de alineación y balanceo en un vehículo nos estamos refiriendo a las llantas. Las formas de manejo y las características del camino son factores que pueden acortar o extender la vida útil de los neumáticos. Para mantenerlos en buenas condiciones está la alineación y el balanceo.

La alineación de llantas es el proceso de ajustarlas para que miren al frente, es decir, los neumáticos deben quedar paralelos entre sí y perpendiculares al camino.

Cuando no se realiza la alineación de los neumáticos el volante tiende a irse hacia un lado, también puede no regresar a su posición original después de girarlo, lo cual a la larga desgastará los neumáticos de forma irregular.

El balanceo de llantas sirve para ajustar los pesos de una llanta y el rin (estos mantienen las llantas en su lugar, reduciendo la fricción y proporcionando apalancamiento), de modo que mantengan un correcto equilibrio entre sí. Por lo tanto al balancear las llantas se distribuye uniformemente el peso de las mismas.

Ahora, existen dos tipos de balanceo: estático y dinámico. El balanceo estático consiste en colocar pequeños pesos en el rin para brindar estabilidad, mientras que, en el balanceo dinámico, se toma en cuenta el peso de la llanta para hacer el ajuste correspondiente.

¿Cómo sabemos que las llantas necesitan balanceo? cuando el volante del auto empiece a vibrar.

La alineación y el balanceo de las llantas ayudan a mantener en óptimas condiciones los neumáticos de tu auto.

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