El kiwi es la baya de la enredadera "Actinidia deliciosa". Es originaria de una gran área de China, sobre todo de los bosques del valle del río Yangtsé.

Es un fruto de forma ovoide, de tamaño variable y recubierto de una piel fina de color marrón, ligeramente vellosa.

Puede tener de 4 a 7,5 cms de longitud por 3,5 a 5 cms de anchura y el peso varía de 30-150 gramos en función de la variedad, las condiciones climáticas y del sistema de cultivo.

La pulpa puede ser de color verde de distinta tonalidad según la variedad, tierna, jugosa y de sabor agridulce. Presenta numerosas y pequeñas semillas negras comestibles.

Es una fuente de vitaminas, minerales, fibra y fitoquímicos. Posee una concentración excepcionalmente alta de vitamina C y de vitamina E.

Un fruto de tamaño medio puede aportar aproximadamente 90 mgs de vitamina C, la cual cosa supera la ingesta diaria recomendada de alrededor de 60 mgs. También es rico en minerales como potasio, hierro y calcio.

Se consume fresco como fruta, en ensaladas o acompañando diferentes platos. Para consumirlo como fruta puede pelarse entero o bien partirlo por la mitad y comerlo a cucharadas.

Contiene una enzima llamada actinidina que degrada las proteínas, razón por la cual, se puede emplear para ablandar la carne antes de cocinarla y así reducir el tiempo de cocción, frotando ésta con la pulpa del fruto.

Se pueden elaborar mermeladas, sorbetes, granizados, productos de repostería e incluso licores con o sin alcohol.

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