Es un plato de más de mil años de antigüedad. Se puede hacer a partir de diferentes cereales, especialmente avena, trigo sarraceno, cebada, trigo y centeno. Es decir "kasha" no es un cereal en concreto, sino que es la forma de prepararlo lo que da su nombre (traducido en castellano sería "gachas").

Es originario de Rusia y muy utilizado como desayuno, sobretodo para combatir los problemas de obesidad y el sobrepeso infantil.

La receta básica es muy simple: se hierve el cereal con agua o leche, se agrega el azúcar y eso es todo. A partir de esta receta básica se puede pasar a las más sofisticadas con moras, mantequilla, cebolla, setas y todo lo que tengas a mano.

Es sana, barata y rápida de preparar. Todo el mundo la toma, ricos y pobres.

Por ejemplo, la kasha de cebada fue uno de los platos favoritos del emperador Pedro el Grande.

En la antigua Rusia, era un alimento ritual, que se utilizaba en diferentes ceremonias. En la India se preparaba como una ofrenda a los dioses para proteger el ganado.

En el Imperio Romano, este plato también se ofrecía a los dioses, en este caso, para proteger a los niños cuando nacían. Hasta hace cien años la gente en Rusia comía kasha lugar de pan (como por ejemplo el arroz en China).

Ha recorrido mucho camino y sigue siendo una parte importante de la cocina rusa.

Con el paso del tiempo, el carácter sagrado se ha ido desvaneciendo para convertirse en un portento nutricional que resulta imprescindible en la alimentación.

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