Estas ranas, Dyscophus antongilii, de cuerpo globoso y extremidades cortas y robustas tienen su hábitat natural en las selvas húmedas de Madagascar, donde se entierran entre la hojarasca del sustrato al acecho de sus presas.

Sus hábitos son nocturnos y para camuflarse entre la vegetación en descomposición se sirven de su coloración que incluye tonos rojizos, amarillos y marrones los cuales varían entre machos y hembras siendo estas las más rojizas mientras que los machos adultos y también los juveniles de ambos sexos muestran coloraciones más apagadas en colores ocres y terrosos.

La coloración de esta especie les sirve como mecanismo de defensa pues advierte a los depredadores potenciales de su toxicidad. Aunque no son consideradas letales, segregan un veneno por la piel en forma de sustancia blanca que actúa como pegamento y desgana a otros animales de emplearlos como alimento.

Hay dimorfismo sexual, alcanzando los machos un tamaño de unos 6’5 cm y los 40 g de peso, mientras que las hembras pueden llegar a superar los 10 cm y pesar alrededor de los 220 g. Su esperanza de vida en cautiverio ronda en torno a los 8 o 10 años.

Son carnívoras e insectívoras por excelencia. Son nocturnas y sus estrategias de caza se basan en las emboscadas.

Luego de la cópula, las hembras depositan de 1000 a 1500 huevos que flotan en la superficie del agua formando pequeños grupos grisáceos de los cuales, 36 horas más tarde, eclosionan los renacuajos.

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