Cuenta la historia bíblica en el libro de Samuel, capítulo18, que Jonatán era el hijo del rey Saúl. Desde joven era muy amigo de David.

Jonatán debería ser el sucesor del trono pero el reconocía que Dios había elegido a David para ser el nuevo rey de Israel y no le tenía envidia.

En prueba de su amistad, Jonatán le dio a David su ropa de príncipe, junto con su arco y su espada con todo y cinturón.

Siempre que Saúl enviaba a David a luchar contra los filisteos, David salía victorioso. Debido a eso Saúl lo puso como jefe de sus soldados. Esto le gustó mucho a todo el pueblo, y también a los otros jefes del ejército de Saúl.

Pero desde el día en que David mató a Goliat, Saúl comenzó a tener mucha envidia de David ya que el pueblo lo estaba adorando más que a él.

En una oportunidad, luego de una batalla, las mujeres cantaban:

«Saúl mató a mil soldados, pero David mató a diez mil».

Saúl enojado por esto mandaba a David al frente del ejército a pelear con los filisteos para que estos lo mataran ya que el no podía hacerlo con sus manos.En una oportunidad le propuso que matara a 100 filisteos a cambio de la mano de su hija Mical.

Cuando David cumplió lo pactado y se casó con Mical. Saúl se tranformó en su mayor enemigo.

Jonatán en más de una ocasión advirtió a David de los planes de su padre.

Ya siendo rey y muerto Jonatán, David se hace cargo de Mefiboset, hijo incapacitado de su amigo sentandolo a la mesa con él.

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