El continente africano acapara un tercio de los magnicidios que se han cometido en el mundo en los últimos años. Desde 1963, en la época de las independencias de los países africanos hasta hoy día, 22 Jefes de Estado africanos han sido asesinaos mientras detentaban el poder.

Una lista que se abre el 13 de enero de 1963 con Sylvanus Olympio primer presidente democráticamente elegido de Togo asesinado por el sargento Etienne Eyadema en un golpe de estado auspiciado por Francia. Eyadema estuvo en el poder hasta su fallecimiento en 2005, siendo sustituido por su hijo Faure. Y la lista se cierra con el asesinato en 2011 del líder libio Muamar el Gadafi, asesinado el 20 de octubre de 2011 en las afueras de la localidad de Sirte en el transcurso de la guerra civil libia.

Y entre estas dos fechas otros 20 presidentes africanos fueron asesinados la mayoría en el transcurso de golpes de estado, muchas veces movidos por manos extranjeras que querían un cambio en las políticas sus países

En la mayor parte de ellos están implicadas las grandes potencias europeas, especialmente Francia. Los crímenes que se les imputan son, entre otros, los siguientes: 1966, Presidente de Nigeria; 1969, Presidente de Somalia; 1972, Presidente de Zanzibar; 1975, Presidente de Madagascar; 1975, Presidente de Chad; 1976, Presidente de Nigeria; 1977, Presidente de Congo-Brazzaville; 1977, Presidente de Etiopía; 1981, Presidente de Egipto; 1981, Presidente de Liberia.

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