Las abejas tienen 5 ojos, además de dos ojos grandes a cada lado de la cabeza tienen 3 ojos simples llamados ocelos en la parte superior de la misma.

Estos ocelos distinguen la intensidad de la luz, pero no formas, lo que significa que puede detectar si un depredador se le acerca desde arriba, lo usan fundamentalmente en el interior de la colmena, para visión a corta distancia y en condiciones de oscuridad. Los dos ojos grandes están formados por lentes muy pequeños que combinan una imagen más amplia de lo que la abeja pueda ver, son estructuras hexagonales llamadas omatidios.

Cada uno de estos omatidios tiene una pequeña lente, y su retina está dividida en partes que corresponden a cada una de esas lentes. De ese modo percibe tantos puntos de luz como divisiones tiene, y asi recibe una reproducción en mosaico del objeto delante de él.

La vista de las abejas no es la misma en todas las especies, no todas tienen la misma agudeza visual. La reina, solo necesita una buena visión una vez en su vida, permanece a oscuras en el interior de la colmena, sus ojos compuestos tienen solo unos 4.290 omatidios, y es la que peor ve.

Las obreras, que necesitan orientarse adecuadamente en sus vuelos de recolección, tienen unos 6.300 omatidios y ven un poco mejor.

El zángano requiere una buena agudeza visual para poder localizar a las hembras vírgenes en el vuelo de reproducción, por lo que sus ojos compuestos son los que mayor número de omatidios poseen, tienen unos 13.090.

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