En la historia de los mundiales de fútbol, solamente una de las veinte ediciones (hasta Brasil 2014), se ha realizado en suelo asiático, en el año 2002, Japón y Corea del Sur, organizaron conjuntamente el torneo ecuménico.

Esta edición sería una de las que mayores sorpresas traería. Una de ellas serían los coreanos, que si bien son los asiáticos que más veces disputaron un Mundial, nunca habían podido clasificar a segunda ronda. Manejados brillantemente por el holandés Guus Hiddink, se colarían en octavos luego de eliminar a Portugal, para luego derrotar a dos potencias mundiales como lo son Italia y España. Sin embargo, sucumbirían en semifinales ante el que a la postre sería subcampeón, Alemania.

La otra sería el seleccionado de Turquía. Los rojos tuvieron un camino algo más fácil, ya que en primera ronda se deshicieron de Costa Rica y China y en octavos de Japón. Mientras tanto, en cuartos de final se enfrentaron ante otro de los “colados”, Senegal. Los africanos habían eliminado a Francia y Uruguay en el grupo “A”, mientras que venían de vencer a Suecia en octavos. Los turcos clasificarían a semifinales y luego de perder ante Brasil, se subieron al podio al vencer a Corea en el partido por el tercer puesto.

Entre las cosas negativas, sin lugar a dudas fue el Mundial de las decepciones para varias de las máximas candidatas. Tanto Argentina como Francia no pudieron pasar de primera ronda, Italia no pasó de octavos de final y España de cuartos.

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