El Partido Comunista de China el 30 de octubre de 2015 puso un punto final a 35 años de la controvertida política del hijo único al anunciar que todas las parejas podrán tener 2 hijos, un cambio con el que busca frenar el envejecimiento de su población.

Desde que se implementó la norma del hijo único, a partir del 1 de enero de 1979, se han registrado más 336 millones de abortos legales. La política del hijo único se puso en marcha para reducir los problemas de superpoblación, estabilizando la población en el año 2000, una vez alcanzados los 1.200 millones de habitantes.

Para los chinos, los hombres tienen más fuerza para realizar el trabajo físico y son más aptos para mantener a sus familias. Las parejas tienen prohibido saber el sexo de su hijo, pero, muchos padres lo saben igual de manera clandestina para decidir si lo tienen o no.

China, que no discrimina a la hora de trabajar en sus fábricas, en el 2020 sufrirá una reducción de su población laboral debido a su envejecimiento. Esto hará que miles de empresas tengan problemas para encontrar trabajadores aptos.

Las familias que decidieran tener más de un hijo debían pagar 40.000 yuanes (6106,80 U$S). Esta norma muchas veces no solo se traducía en abortos sino en abandono y tráfico de personas.

Desde el último censo en el 2010, China ha entrado en una era de un envejecimiento progresivo de su población, 1 de cada 9 chinos son mayores de 60 años.

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