Existen tres tipos de año en el calendario hebreo:

Año faltante (שנה חסרה, "shaná jaserá"), en cuyo caso tanto el mes de Jeshván (octavo del año) como el de Kislev (tercero del año) tienen 29 días cada uno, de lo cual resulta que dicho año contará con 353 días.

Año normal (שנה כסדרה, "shaná kesidrá"), en cuyo caso Jeshván traerá 29 días en tanto Kislev vendrá con 30, de lo cual resulta un total anual de 354 días.

Año completo (שנה שלמה, "shaná shelemá"), en cuyo caso tanto Jeshván como Kislev cuentan cada uno con 30 días, y por lo tanto se trata de un año con 355 días en su total.

Los años bisiestos respectivos a cada uno de los tipos de años detallados, tendrán a su vez, sumado el mes agregado de Adar "A" que siempre cuenta con 30 días, 383, 384 ó 385 días.

El calendario hebreo vuelve a repetir su ciclo, tomando en cuenta las variaciones en días, meses y años, una vez cada 247 años, con una pequeña diferencia de 50 minutos entre ambos. Para que la repetición entre dos años hebréos sea perfecta, tienen que transcurrir entre uno y otro nada menos que 689.472 años.

Más información: es.wikipedia.org