La Guerra Fría se inicia en 1945, durante las tensiones generadas al finalizar la Segunda Guerra Mundial, y finaliza en 1991, con la disolución o extinción de la Unión Soviética. Duró 46 años.

Se trató de un enfrentamiento político, económico, social, militar, informativo, científico y deportivo, entre el llamado bloque Occidental (occidental-capitalista) liderado por Estados Unidos, y el bloque del Este (oriental-comunista) liderado por la Unión Soviética.

Ninguno de los dos bloques tomó nunca acciones directas contra el otro, razón por la que se denominó al conflicto «guerra fría».

Las razones de este enfrentamiento fueron esencialmente ideológicas y políticas. Por un lado, la Unión Soviética financió y respaldó revoluciones y gobiernos socialistas, mientras que Estados Unidos dio abierto apoyo y propagó desestabilizaciones y golpes de Estado, sobre todo en América Latina. En ambos casos los derechos humanos se vieron seriamente violados.

A pesar de que el conflicto no terminó en un enfrentamiento bélico, la gravedad de las consecuencias económicas, políticas e ideológicas fue tal, que marcaron significativamente gran parte de la segunda mitad del siglo XX. Ambas superpotencias pugnaban por implantar su modelo de gobierno en todo el planeta.

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