En México existen seis especies de felinos silvestres: jaguar, puma, jaguarundi, ocelote, tigrillo y lince, los cuales se encuentran prácticamente en todos los biomas existentes en este país. Con excepción de este último, los felinos se pueden observar en costas y montañas, en bosques tropicales y bosques secos.

El jaguar y el puma son los gatos más grandes y juegan un papel muy importante en los ecosistemas ya que controlan las poblaciones de los herbívoros más grandes como el venado, jabalí y tepescuincle. Sin embargo, en algunos casos debido a la afectación de su hábitat o la cacería excesiva de las especies que generalmente depredan, estos felinos pueden atacar ganado vacuno o caprino.

En general todos los felinos que habitan el país son animales solitarios y con hábitos que hacen muy difícil observarlos en la naturaleza. Normalmente huyen del hombre y los ataques a humanos son muy poco frecuentes. La mayoría de estos gatos han sido cazados intensamente ya sea por ser preciados como trofeos o por ser considerados como amenaza para el ganado. Pero posiblemente la principal razón de la reducción de sus poblaciones es la pérdida y fragmentación de sus hábitats naturales.

De las seis especies de felinos que habitan México y de acuerdo con lo que se indica en la normativa mexicana, cuatro de ellas se encuentran en peligro de extinción: el jaguar, el jaguarundi, el ocelote y el tigrillo.

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