Anthophila (que aman las flores) o mejor conocida como "abeja" posee cuatro alas. Las abejas, al igual que las hormigas, evolucionaron a partir de las avispas.

Una abeja tiene un par de ojos, que ocupan gran parte de la cabeza. Entre ellos hay tres ocelos, cuya función es determinar la intensidad de la luz. Las antenas tienen generalmente trece segmentos en el macho y doce en la hembra. Llevan un gran número de órganos de los sentidos: quimiorreceptores, órganos del olfato y el gusto. También pueden percibir los movimientos del aire, lo cual les permite escuchar algunos sonidos de baja frecuencia. Las piezas bucales son chupadoras, masticadoras. La larga lengua o proboscis les permite libar el néctar y las mandíbulas sirven para triturar.

El vuelo de las abejas es un misterio para los expertos, porque según las leyes de la aerodinámica las abejas no deberían poder volar, debido a las pequeñas dimensiones de sus alas en relación con su cuerpo. Pero evidentemente, vuelan.

De manera generalizada se dice que son los dos pares de alas, uno a cada lado del cuerpo, los que posibilitan el singular vuelo de las abejas. Estos dos pares de alas, están adaptados para mantener un vuelo rápido, pero también para soportar una carga, matiz imprescindible para las tareas de recolección, que es uno de los principales objetivos del vuelo de las abejas .

Con más de 20 000 especies las abejas son parte imprescindible para nuetra agricultura y equilibrio.

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