Los isótopos radioactivos son átomos con un núcleo inestable. La inestabilidad del núcleo hace que el átomo emita radiación, lo que los hace fácilmente detectables y visibles.

La mayoría de ellos, que se utilizan en medicina, se producen de forma artificial. Para obtenerlos, se irradian los blancos de uranio y luego se extrae el molibdeno-99 (Mo.99), que es a su vez, la fuente del tecnecio-99.

También se usan en la Industria y tecnología, para comprobación de materiales y soldaduras en la construcción, control de procesos productivos, investigación, etc.

El tecnecio-99 es el más utilizado en la obtención de imágenes diagnósticas y radioterapia, ya que es de corta duración y el cuerpo lo elimina con bastante rapidez. Además, se puede combinar con muchas sustancias derivadas del metabolismo humano. Otro, muy utilizado es el yodo radioactivo.

Son radiactivos todos los isótopos de los elementos químicos con número atómico igual o mayor a 84 –el polonio es el primero de ellos-; actualmente se obtienen en laboratorio isótopos radiactivos de elementos cuyos isótopos naturales son estables, mediante la denominada radiactividad artificial.

Además del tecnecio se utilizan otros emisores gamma de período de semidesintegración corto como el talio-201 para estudios cardiacos, el galio-67 para detección de tumores, el indio-111 para procesos inflamatorios, el yodo-131 y 123 para estudios tiroideos y renales y el xenón-133 para estudios pulmonares.

Más información: www.foronuclear.org