A pesar de ser un país con gran extensión marítima, la Argentina no tiene registrado ningún tsunami de origen sísmico, en toda su historia.

Sin embargo, la Argentina se ha visto afectada por "tsunamis meteorológicos". Estos tienen una causa atmosférica, no sísmica. Se producen cuando pasa un frente frío por la zona, y la interfase de aire más frío y menos frío forma ondas de gravedad en la atmósfera que se comportan como pistones que impactan sobre la superficie del mar y la excitan. Esa excitación produce un patrón de onda de gravedad que origina olas de gran altura.

El de mayor gravedad sucedió en 1970 en Mar del Plata.

Pero este país tampoco está libre de los tsunamis causados por un sismo. El océano Atlántico Sur tiene ciertas zonas de peligro alrededor del Arco de Scotia, formado por las islas Georgias del Sur, Sandwich del Sur, Orcadas del Sur y Shetland del Sur, con conocida actividad sísmica y volcánica. Si se generara un terremoto submarino muy violento se podría llegar a producir una onda que afectaría la costa patagónica, aunque de forma muy atenuada porque la plataforma submarina es muy ancha.

Con respecto a los otros países mencionados:

En 1755 un gran maremoto inundó las costas de Portugal y España, afectando especialmente Cádiz.

Colombia registró un terremoto seguido de un fuerte tsunami en 1979.

Sudáfrica sufrió las consecuencias del terremoto de 2004 que se produjo en Sumatra, en el Índico, y ocasionó el tsunami que llegó a sus costas.

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