El periodista británico Arthur Wynne (1871-1945) fue el inventor del crucigrama en 1913. Trabajando en el New York World se le pidió que desarrollara un nuevo juego para el periódico. Wynne recordó un juego de su niñez denominado cuadrados mágicos. El primer crucigrama fue publicado el 21 de diciembre de 1913.

Su primer crucigrama tenía forma de rombo, con una cruz interior vacía. En total eran 32 palabras, una de ellas repetida dos veces, paloma, definida en una ocasión como pájaro, y en otra como pichón, y varias eran un tanto rebuscadas.

Los Word-Cross Puzzles, rompecabezas de palabras cruzadas, aparecieron en la revista Fun, el suplemento dominical del New York World. Su éxito como pasatiempo para adultos fue fulminante. El "New York Times" consideró una pérdida de tiempo el invento de su competidor, pero en 1942 acabó también incluyendo crucigramas en sus páginas.

La idea se inspiraba en la tradición literaria de los acrósticos, en la Grecia clásica, poemas que en las letras iniciales de sus versos escondían nombres de personas o mensajes ocultos. Los poetas del Renacimiento y el Barroco revitalizaron esta práctica e intentaron componer el acróstico perfecto, aquel en el que todas las letras de cada palabra leídas vertical u horizontalmente indicaran otros vocablos conocidos. A partir de aquí sólo faltaba introducir los cuadros negros que permitieran más letras, cosa que se consiguió a raíz del invento de Arthur Wynne.

Más información: es.wikipedia.org