El infantilismo psicológico se asocia típicamente con el comportamiento de un adulto que se asemeja al de un niño o preadolescente. Sin embargo, el infantilismo puede ser una enfermedad y puede estar asociado con la aparición de irregularidades tanto a nivel de desarrollo físico, mental y sexual.

Existen algunas hipótesis sobre los orígenes del infantilismo psicológico en los adultos. Una de ellas es que las personas que tienen una infancia completamente despreocupada están predispuestas a este problema: los padres hacen todo por ellos, no les dan ninguna responsabilidad y son absolutamente críticos en relación con los niños. Sin embargo, una tesis universal que explica la aparición del problema simplemente no existe.

Pero como se ha mencionado, también se denomina infantilismo a otro tipo de trastornos físicos. Por ejemplo, el infantilismo de Brissaud, que se trata de desorden congénito causado por una disminución de las hormonas tiroideas durante el desarrollo fetal o durante los primeros años de la vida. Se caracteriza por cretinismo y retraso mental.

Otro ejemplo es el infantilismo de Lorain. Este es un tipo de enanismo debido a una deficiencia de la secreción de la hormona del crecimiento y de la gonadotropina. También se le denomina «infantilismo pituitario».

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