El Perseo con la cabeza de Medusa, también conocido como Perseo triunfante (para no confundirlo con el Perseo de Cellini), fue realizado entre 1800 y principios de 1801 por Antonio Canova, un pintor y escultor italiano de gran importancia dentro del estilo Neoclásico. La escultura original se encuentra en los Museos Vaticanos.

La obra es de tamaño superior al natural y de bulto redondo, realizada en mármol por encargo de Onorato Duveyriez. Su dueño, donó la pieza a la República Cisalpina y años después la obra fue comprada por el papa Pío VII, para colocarla en el mismo pedestal que anteriormente ocupó el Apolo Belvedere que fue requisado por las tropas francesas; por este motivo, al Perseo de Canova también se le llamaba El Consolador.

De hecho, parece que el artista pudo inspirarse en la escultura del Apolo. El héroe está casi desnudo, tan solo ataviado con las sandalias aladas de Mercurio, el casco de Hades, la espada adamantina y una capa que cuelga de su brazo. Mientras con una mano sujeta victorioso la cabeza de la Gorgona, con la otra mano baja la espada dando por finalizada la batalla.

La postura es en ligero contrapposto que remite a los patrones de la antigüedad clásica. Formalmente, la talla es precisa y limpia, con gran acierto por parte del artista a la hora de realizar la composición.

Entre 1804 y 1806, el artista creó una segunda versión, encargada por la condesa Valeria Tarnowska, que hoy se exhibe en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.

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