Los nervios espinales son una parte integral del Sistema Nervioso Periférico (SNP), a través de las cuales el Sistema Nervioso Central recibe información sensorial y ayuda a regular las actividades del tronco y los movimientos de las extremidades.

El SNP está conformado por nervios y ganglios fuera de la médula espinal y tiene dos divisiones: el sistema nervioso somático y el sistema nervioso autónomo.

El sistema nervioso somático es responsable de los movimientos voluntarios del cuerpo y el sistema nervioso autónomo involucra los órganos viscerales y regula los movimientos involuntarios del cuerpo.

Los nervios espinales irrigan el movimiento a las extremidades, para así llevar a cabo las actividades del día a día.

Las fibras espinosas, son parte fundamental del SNP, permitiendo la sensibilidad a los sentidos del cuerpo humano, además de la conectividad entre los tejidos, vasos sanguíneos, cerebro y extremidades.

La principal función de los nervios espinales es la excitabilidad, que es la capacidad neuronal o el impulso nervioso que reciben los sentidos a través de sus actividades.

Por ejemplo, la excitabilidad del sentido del olfato se presenta con los olores dulces, como la miel, o la excitabilidad del paladar que al bostezar el paladar arroja gotas de saliva y esto debido a la excitabilidad del paladar al sentir el movimiento.

Y lo mismo ocurre con cada sentido de nuestro cuerpo, dando paso a que los nervios espinales cumplan su función.

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