La calima es un fenómeno meteorológico y su característica es tener gran cantidad de partículas de polvo y arena, cenizas y arcilla en suspensión; confundiéndose con niebla o bruma.

Dichas partículas secas a veces son tan pequeñas que resultan invisibles a simple vista pero suficientemente numerosas para dar al aire una apariencia opalescente.

El polvo en suspensión está compuesto por aluminosilicatos (óxido de aluminio y sílice), arcilla, yeso, calcita, trazas de bromo, zinc y circonio(provenientes de actividad industrial); cromo y níquel(tóxicos); bacterias, hongos y polen. Los elementos tóxicos se derivan de emisiones de usinas térmicas y refinerías

Se debe tener en cuenta que las partículas menores de diez micras entran a nuestro organismo a través de vías respiratorias llegando al pulmón y, luego al riego sanguíneo. La población que más se ve afectada son las personas mayores, personas con problemas respiratorios, mujeres embarazadas y niños.

El nivel máximo al que se debe estar expuesto es de 50 ug/m3(OMS) pero pueden registrarse lugares como Gran Canaria donde casi se llegaron a 2.000 microgramos por metro cúbico, 40 veces mayor que lo recomendado, producto del arrastre de arena sahariana

Suele ir acompañada de un aumento importante de la temperatura(aumento de 5 o 10 grados)

La calima se retira cuando se da un cambio de masas de aire, con viento y lluvia que ayudan a disipar estas partículas que quedan en el aire.

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