El geólogo, conservacionista y explorador, Andrés Ruzo, encontró un mítico lugar, que solo existía en leyendas locales, pero que ahora podría revelar múltiples teorías científicas. Lo encontró en 2011, gracias a que había estado allí un familiar.

Es un lugar sagrado para los indígenas de la zona que, además, se encuentra protegida por un chamán.

El Shanay-timpishka es un río ubicado en Perú, en la provincia de Puerto Inca en Huánuco. Con seis kilómetros de extensión y 25 metros de ancho, no es un río cualquiera. La temperatura de sus aguas, puede alcanzar casi 100°C, lo que es letal para cualquier ser humano.

Las causas del calentamiento del caudal, que alcanza los 97ºC, se deben a las aguas termales alimentadas por fallas, ya que cuanta más profundidad alcance el líquido, más se acerca al gradiente térmico de la tierra, y por lo tanto, más se calienta. Después, el agua emana nuevamente a la superficie terrestre y sale a presión.

Si pensamos que la temperatura normal de un café recién hecho ronda los 50ºC, comprenderemos que no haya persona humana ni animal que soporte los 97ºC que llega a alcanzar el agua del Shanay-timpishka.

Aun así, este río tiene vida. Algunos microorganismos, hasta ahora desconocidos, están preparados para soportar las altas temperaturas de sus aguas.

Ahora la zona del río se ve amenazada por la deforestación, y Ruzo lucha por la preservación del ecosistema, que podría desaparecer por completo.

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